El oxígeno líquido se ha vuelto indispensable en muchos procesos industriales, acuícolas, agrícolas, medicinales, y de laboratorio.
El oxígeno líquido, también conocido como oxígeno criogénico, es una forma valiosa y versátil de este esencial elemento químico. Se obtiene mediante la refrigeración extrema del oxígeno gaseoso a temperaturas cercanas a -183 °C (-297 °F), lo que lo convierte en un líquido altamente concentrado y de gran potencia.
Aunque el oxígeno líquido ofrece numerosos beneficios, su manejo requiere precauciones especiales debido a su temperatura extremadamente baja y a su potencial oxidante. Por tanto, su almacenamiento y transporte deben realizarse con cuidado y siguiendo estrictos protocolos de seguridad.